Ningún milagro, un millón de sueños, el intento por entretenerte, y la suerte de ser testigo y culpable de nuestra ilusión. Obsesión por la letra y la rima, más presión por trepar a la cima, y una rutina que me lastima si no estás vos. Todo eso y tus besos, son la mueca que me va a quedar cuando me vengan a buscar. Todo eso es el peso que tendrá mi alma cuando el diablo me reserve algún lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario